Ahora es el momento de dejar constancia por escrito de una odisea en la que recorrí más kms que el bueno de Aquiles vagando por el Mar Egeo. Y recuerden que él no tuvo que conducir por la izquierda ni desayunar energizantes de sabor a mango con un café para bajarlos.
El pasado martes, hace ya dos semanas, terminé exámenes. De como me ha ido no es el tema, la cuestión es que había que comprar cosas para el viaje a Silverstone y allí fui directo al Decathlon a por una esterilla ya que el resto del material de acampada me lo prestarían compañeros. El miércoles ni siquiera sé qué hice con mi vida y el jueves hubo reunión para preparar el plan, después fiesta, que era fin de exámenes.
Pese a que el vuelo de aerolínea irlandesa lowcost partiría el lunes de Santiago de Compostela, o como le llamó el piloto: Santiago de la Compostela; mi viaje empezó aquí. Estamos a jueves 11 de julio de 2024 y yo conduzco de Vigo a Ourense para reunirme con el depto. de Autónomo de UVigo Motorsport y dejar claros los detalles de última hora del viaje. La cosa se tuerce desde ya: Según bajo del coche me llega un WhatsApp preguntándome si luego salgo a cenar y tomar algo. Yo no iba a salir, pero me liaron.
Digo que sí, obvio. Vamos a la reunión. "No volvais siendo menos... ni siendo más, que también se han dado casos". Risas. El transporte? De eso está hablando ahora una compañera con no sé quién, compañera llega y compañera dice que está hablado. Dos van a ir hasta el circuito en furgoneta, cruzando Francia. Es una matada pero yo pienso en el momento que es tremendo road trip. Nos vamos a un bar, a cenar, a salir de fiesta. Me voy a casa de noche. Está todo bien. Estamos en semifinales de la Eurocopa y vamos a llevarnos puestos a los franceses. Estamos en la final. Somos Campeones, qué coño, ganamos a Alemania y los que quedan no juegan a nada.
El viernes me despierto en mi casa, en Monforte de Lemos, tarde, un día de libertad al fin. Mañana tendré que ir a hacer compras de última hora. Una llamada al móvil a la hora de comer: "Rolan, cómo lo tienes para ir mañana a BILBAO?". Pues mal. Mal, lo tengo mal. Yo no iba a ir a Bilbao, pero me liaron. Yo no iba a ir a Bilbao, pero es que la furgoneta que tenemos no puede salir de la Unión Europea y solo nos alquilan una que pueda salir allí y hay que llevar todo y volver para devolver la que tenemos aquí. Si no has entendido nada, da igual. A todo esto no tenía una maleta que pasase los estándares de aerolínea lowcost irlandesa así que tuve que acabar de comer, coger el coche y volver a Vigo porque si el sábado iba a estar fuera, tenía que dejarlo todo hecho ya.
Viernes por la tarde-noche, todo lo que me hace falta para volar a Inglaterra está ya comprado. Saltan mensajes en el grupo del equipo sobre ir a Bilbao el lunes. Doy vueltas sobre mi propio eje. Qué cojones está pasando. Bueno, viernes a las 11 de la noche: Oye Rolan, que no salimos mañana. Que cómo que no salimos mañana y dónde pretendeis que durmamos en Silverstone si los vuelos están comprados. Que no me preocupe. Que no tiene sentido ninguna llamada que me haceis para contradeciros cada 8 horas pero, wey, al menos dime que puedo meterme en el sobre, no poner ninguna alarma y dormir esta noche. OK.
Sábado. No sé como me desperté el sábado coincidiendo tan de puta madre con el teléfono sonando. Siempre lo tengo en silencio, se me entienda. Me desperté, cogí el móvil como cualquier millennial tardío hace al despertarse, a todo esto eran sobre las 11 y al toque me están llamando. Oye Rolan, salimos hoy para Bilbao, ven a la hora de comer a Ourense. Dormimos en la furgoneta supongo y tal. A este punto no sé qué me frenaba más a dar una mala respuesta si las ganas de ir a Silverstone o el saber que los dos con los que iba a ir a Bilbao estaban tan jodidos como yo.
Hay una cosa en los trámites de las aduanas que se llama 'Cuaderno ATA'. No importa qué significan las siglas en francés ni sé si le quitaron una 'T' al nombre el 12 de septiembre de 2001, pero es algo así como un documento en el que registras una por una toda la mercancía que llevas en el transporte de turno y que tienes que presentar en la ida y en la vuelta para demostrar que no has ido a vender nada ni estás trasteando con Hacienda y te dejen pasar sin clavarte. Bueno el caso es que el motivo de los retrasos y vaivenes que comenté es que los encargados de hacer este trámite no lo tuvieron a tiempo y cuando llegué a Ourense para salir con los otros hacia Bilbao me comentaron que seguían sin tenerlo y no sabían siquiera si lo iban a tener pero que bueno, que ya no había tiempo y que saliésemos para Bilbao que los dos compañeros iban a ir hasta el Canal de la Mancha e iban a intentar pasar. Viva la libertad carajo y coso.
Bueno, había una opción que era que si la Cámara de Comercio finalmente nos expedía el cuaderno ese para el lunes a primera hora una persona podría coger un vuelo a París para entregarles en mano el cuaderno a los de la furgo y... A qué cabeza de tacho se le ocurrió esa idea? Cómo va a ir alguien del equipo en un avión de Oporto a París a... (Por supuesto que hubo alguien del equipo que hizo exactamente eso, pero no fui yo, que escriba su propio blog).
Si quereis esta historia más resumida,
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Salimos para Bilbao, nos turnamos para conducir los tres en el viaje de ida, 2 horas y unos 200 km cada uno. La ruta no tuvo mucha mística más allá de que en un momento dado un pájaro se estampó contra nuestro parabrisas y una última parada en una gasolinera de Cantabria a cenar el peor bocadillo de calamares que has visto en tu vida, aunque dadas las condiciones entró como un tiro. Qué cosa que es Euskadi, mi niño. Ves la señal de "Está usted entrando en Bizkaia", 7 radares y se aparece ante tí la Petronor de Muskiz echando fuego por las chimeneas. Éramos tres ingenieros en aquella furgoneta, un informático, un aeroespacial y un mecánico (yo). La industria, chaval. FUA. Y bueno a dormir que mañana a las 8 tenemos que estar en la estación.
Si hay alguien del lugar leyendo esto no sé como explicarle a que una furgoneta de alquiler aparcó en una gasolinera de Abanto y Ciérvana un domingo a la 1 AM, tres tipos vestidos con la misma chaqueta se metieron en la parte de atrás y 6 horas más tarde salieron con ojeras, volvieron a la cabina, fueron hasta la estación de tren, salieron con dos furgonetas, las llevaron al aparcamiento del campo del Indautxu y se pusieron allí a sacar cajas y cajas de una a la otra y se largaron. Típico comportamiento sospechoso por el que hace 30 años en la Zona Especial Norte a lo mejor acababas enterrado en cal viva. Surrealismo real. Y vuelta para Galicia.
Se me olvidó comentar un detalle: Yo no tenía mucho tiempo que perder en el viaje de vuelta porque tenía que devolver en A Coruña esta furgoneta y tenía comprado un billete de tren para volver de Coruña a Ourense que salía a las 18. A las 10 de la mañana que acabamos de mover cajas 600 km parecía una distancia asequible para llegar con tiempo, pero no tanto. Conduje seguido hasta mitad de camino, paré en un centro comercial de Avilés a por una lata de Monster y unas Pringles porque yo ante todo soy un chico sano y continué hasta entregar la furgoneta. Por supuesto, me dieron mal la dirección de entrega y estuve un buen rato dando vueltas por el polígono. Yikes.
A todo esto para esas ya le habíamos ganado a Francia en las semifinales de la Eurocopa y ya éramos Campeones. O sea, faltaba la final, que era ese mismo día, pero era un trámite, si Inglaterra no juega a nada, solo tienen a Bellingham y ya pero quién lo conoce. Desde que echamos a Alemania estaba hecho. Además, me había recorrido el 25% de nuestro hermoso país por carretera justo el día antes de volar a Inglaterra. Eso era una señal. Y había estado en Bilbao, que es donde vive Nico Williams. Más señales. Más mística. Allá que fui a un bar a ver el partido con dos compañeros del depto. de Aerodinámica. Especulamos con que íbamos a dormir en el pasto en Silverstone y GOL. CARVAJAL SE LA PASA A LAMINE YAMAL, LAMINE YAMAL HACE MAGIA Y SE LA DA A NICO WILLIAMS Y GOL. SOMOS CAMPEONES JODER. Bueno, después nos empató ese tipo raro del Chelsea pero acabamos ganando. CAMPEONES SOMOS YO YA LO DIJE.
Todavía me quedaba conducir de vuelta a Vigo, llegué tardísimo, hice la maleta y por supuesto el lunes por la mañana me quedé dormido y ni alarma ni hostias, me desperté 2 horas tarde. Casi no llego a tiempo al aeropuerto y creo que nunca me hubiera querido matar tanto en mi vida si eso llegase a pasar. No voy a dejar por escrito horas de salida y horas de llegada para que nadie pueda sacar una calculadora y aplicarme una multa y puntos de carnet retroactivos pero ya me entendeis. El caso es que llegué por los pelos y casi al momento se anunció un retraso en el vuelo. Respiramos.
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